ELECTROCARDIOGRAMAS

El Electrocardiograma es una prueba que registra la actividad eléctrica del corazón que se produce en cada latido cardíaco. Esta actividad eléctrica se registra desde la superficie corporal del paciente y se dibuja en un papel mediante una representación gráfica o trazado, donde se observan diferentes ondas que representan los estímulos eléctricos de las aurículas y los ventrículos. El aparato con el que se obtiene el electrocardiograma se llama electrocardiógrafo. Para la recogida de la actividad eléctrica por el electrocardiógrafo, se necesita que sobre la piel del paciente se coloquen una serie de electrodos (normalmente 10), que irán unidos hasta el electrocardiógrafo por unos cables.

Con 10 electrodos se consiguen obtener 12 derivaciones, es decir, se dibujan en el papel 12 trazados de los impulsos eléctricos del corazón desde diferentes puntos del cuerpo. Se pueden obtener derivaciones extra si se añaden más electrodos a la superficie corporal, pero el electrocardiograma básico debe constar como mínimo de 12 derivaciones. El electrocardiograma de una persona sana presenta un trazado particular; cuando aparecen cambios en ese trazado el médico puede determinar si existe un problema.

Se usa para medir el ritmo y la regularidad de los latidos , el tamaño y posición de las aurículas (representada por la onda P) y ventrículos (representada por el complejo QRS) , cualquier daño al corazón y los efectos que sobre él pueden tener ciertos fármacos o dispositivos implantados en el corazón (como marcapasos). Las alteraciones en el trazado son imprescindibles para la detección y análisis de las arritmias cardiacas. También resulta muy útil en los episodios agudos de enfermedad coronaria, como el infarto de miocardio.

Es una prueba sencilla, disponible, rápida, que no produce ninguna molestia (es indoloro) y no tiene ningún riesgo para el paciente (no se envía ningún tipo de electricidad a través del cuerpo, solo detecta la actividad eléctrica que se genera en el propio corazón). Como apunta la Fundación Española del Corazón, el electrocardiograma de una persona sana tiene un trazado particular y los cambios en ese trazado determinarían si hay problemas. Unos resultados normales incluirían una frecuencia cardíaca de entre 60 y 100 latidos por minuto , y un ritmo cardíaco constante y uniforme.

Resultados anormales

Si los resultados son anormales puede deberse a:

  • Deterioro del miocardio.
  • Variaciones en la cantidad de potasio , calcio u otros electrolitos en la sangre.
  • Anomalía cardíaca congénita.
  • Corazón agrandado.
  • Miocarditis.
  • Parada cardíaca sufrida en el pasado o en la actualidad.
  • Riego sanguíneo escaso a las arterias del corazón.
  • Arritmia.

Electrocardiograma para un preoperatorio

Esta prueba se pide en muchas situaciones, “una de ellas para el preoperatorio”, comenta Cosín. Se suele pedir en cirugías de complicación alta o intermedia (aorta, cirugía vascular, trasplante hepático), sobre todo si el paciente tiene factores de riesgo. Estos factores son:

  • Cardiopatía isquémica.
  • Insuficiencia cardiaca.
  • Ictus o un accidente isquémico transitorio.
  • Disfunción renal con tratamientos de creatinina (por debajo de 60 mililitros/minuto por superficie corporal).
  • Diabetes con uso de insulina.

Si se detecta algún problema pueden ser necesarias más pruebas o directamente suspender la cirugía para solucionar previamente el inconveniente detectado.

Día de visita: jueves mañanas. El resto de días mañana y tardes a horas convenidas.

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